Día 10: los momentos estelares
Además de la música sobre la cual escribimos en el post anterior, está la poesía que merece un capítulo aparte pero que hoy, nomás voy a traer aquí de refilón. Algo así como para que nos quedemos todos con ganas de comer...
Y es que, en tuíter en estos días si ustedes buscan, se encontrarán la etiqueta #ASonnetADay promovida, nada más ni nada menos, que por Sir Patrick Stewart que lee un soneto de Shakespeare cada día de distanciamiento social y que por fortuna, Lucero puso en mi TL. No dejen de escucharlo porque ¡es una maravilla!
Siempre resulta interesantísimo encontrarnos con distintos lectores de Shakespeare pues cada uno le aporta algo especial a los textos, los revive y nos hace vibrar con ellos; porque como cuenta aquí Pablo Sol Mora, "En Shakespeare la lectura siempre es problemática, sospechosa. [...] Comprenderlo es poseer la capacidad de leerlo, de ver a través de él". Tal es el caso de Patrick Stewart. Aquí anexo también esta versión de Ethan Hawke con Shakespeare on exile ;o)
Mi locura por Shakespeare viene desde los 17 cuando leí Macbeth en el colegio y quedé deslumbrada. Probablemente se deba a que Connie, mi profesora de literatura inglesa, logró imprimirle una magia particular para involucrar adolescentes que, además, se extendió a otras obras pues también tengo predilección por Beowulf, Bradbury y por "I went to the woods because...". ¡Arriba los Browns de Cleveland!
¿Cuántas veces han soñado con conocer un lugar por todo lo que representa? ¿Y qué han sentido si llegaron a conocerlo? Pues les cuento que un día, resultó que por cuestiones de trabajo tendría la oportunidad de pasar unos pocos —poquísimos resultaron— días en Londres y fue cuando lo supe: tenía que visitar The Globe.
The Globe Theater es un lugar legendario y relacionado con William Shakespeare. Fue construido en 1599 por la compañía teatral de los Lord Chamberlain's Men en Southwark y destruído por un incendio en 1613. Se construyó de nuevo en 1642 y un par de años después, fue clausurado y demolido. En 1970, el actor, director y productor Sam Wanamaker decidió, como un homenaje a Shakespeare, construir de nuevo una fiel reproducción del teatro en una localidad cercana; la hazaña se logró y, en 1997, se inauguró el actual teatro The Globe.
Nunca dejaré de agradecer a Eric que se embarcó en la aventura conmigo y me regaló un boleto para asistir a una versión muy contemporánea —muy estilo West Side Story— del súper clásico Romeo y Julieta. Y así, sentada en un teatro exclusivamente de madera y con un cojín para hacer llevaderas las más de tres horas de función, el 5 de julio de 2017, bajo un sol ardiente, logré la proeza soñada de conocer The Globe. Y aquel día fui inmensamente feliz y será por siempre uno de los momentos estelares de mi vida. ¿Cuál es uno de los tuyos?
Aunque solo he visto una vez a Shakespeare en teatro "con todas las de la ley" (grata ocasión, grata compañía, grata conversación), recuerdo más el impacto que me produjo el soliloquio de un jovencísimo Kenneth Branagh en Henry V, la noche antes de la batalla, al grado de intentar una traducción por mi cuenta, porque me chocó "la disarmonía de los subtítulos".
ResponderEliminarDesde entonces me aficioné a las adaptaciones en cine de las obras de Shakespèare y a hacer ese juego de traductor mientras leo para mí mismo, desde luego con mucha menos maestría que Sir Patrick Stewart o Kenneth Branagh.
Es que cualquiera se enamora de Branagh leyendo a Shakespeare... tú me entiendes. En original, no hay quien lo traduzca si no tiene otra guía. Hay adaptaciones espectaculares, eso sí. La que vi en esta ocasión era fabulosa, me impresionó. Pero mi corazón es de Macbeth.
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