Día 8: ustedes, ¿qué limpiaron hoy?

Hemos descubierto que, salvo contadísimas excepciones, nadie se sabe lavar las manos. ¡Qué barbaridad!
Algo más para el oprobio de la humanidad: la frecuencia con que nos lavamos las manos dista mucho de ser sensata. Encontré el dato de que las manos se lavan sólo entre un tercio y la mitad de las veces que lo requerirían. Esto es, a pesar de que sabemos la importancia de lavarnos las manos, no lo hacemos con todo y que pasamos en 2009 la epidemia de H1N1, ¡sálvese quien pueda!
En este artículo de E. Raimundo (2015) que usé para documentarme al respecto pido una disculpa anticipada si hoy me he puesto demasiado técnica, encontré esta frase lapidaria que ahora hago mía: "Es triste constatar que en pleno siglo XXI, la necesidad de realizar una práctica del lavado de las manos con una forma y frecuencia adecuadas, sigue siendo un problema pendiente tanto en los ambientes domésticos como en los servicios de salud a nivel mundial."
Es probable que ninguno de ustedes sepa —yo, tampoco lo sabía hasta esta tarde de viernes— lo que acá se cuenta: que el médico húngaro Ignaz Semmelweis (1818-1865) fue quien documentó que la simple medida del lavado de manos, parte de la rutina en un hospital de matronas pero no en el de doctores, salvaba vidas. Este personaje aportó datos para evidenciar la correlación entre las muertes por enfermedad y la falta de higiene. Sin embargo, nadie lo recuerda porque para hazañas tenemos otras mucho más emocionantes que ésta de tallarnos las manos con un poco de agua y jabón. Y sin embargo, la humanidad probablemente no hubiera conseguido llegar a la Luna sin haberse antes lavado bien las manos. Así, una acción tan sencilla hoy día se convierte en nuestra mejor estrategia para enfrentar la actual situación de pandemia...
Tengo amigos que en estos días tienen sus casas más limpias que las unidades de terapia intensiva, como Lali y seguro Cuqui, Belén y Pilar también. He visto unas fotos geniales de Santiago Arau que ilustran la titánica labor de limpieza profunda en nuestro sistema de transporte colectivo alias, el metro y el metrobús, aquí en Ciudad de México. ¿Será que hemos cambiado y que al fin lograremos esos estándares de limpieza que hoy son fundamentales para derrotar al coronavirus? Ojalá y sí pero sé que estoy siendo muy optimista.
Una de las recomendaciones para el autocuidado en esta época de quédate en casa es mantenernos ocupados y procurar tener una vida normal. Limpiar es ahora algo que todos debemos hacer por prevención y como ocupación. Así que si de jabón y agua se trata, les cuento que entre otras labores domésticas como regar las plantas, hoy lavé el baño completito. Mañana sábado toca trapear todo. Mi madre y las tías Carmen y Presen, Candelaria y Yoya estarían muy orgullosas de mí. Y ustedes, ¿qué limpiaron hoy?

Comentarios

  1. Para mí, el punto de partida de la limpieza es el que dice la mamá de Mafalda: hay que saber que la suciedad "entra de fuera". Eso sí, la labor de la propia intendencia (diría Miguelito) es ardua. Pero las recompensas son muchas... ahora, gracias a la ciencia, lo sabemos. Todo lo demás es cuestión de práctica y entrenamiento. ("¿Estás seguro de que hay que limpiar ahí?" "No solo eso, también hay que demostrarlo"). Asombros te da la vida, creo que dice la canción.

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    1. Nop, la canción dice que la vida te da sorpresas, a veces no da tantas pero sí... y la mamá de Mafalda sabe bien y siempre tiene la razón porque mientras vivamos en su casa, etc, etc. Te dejo porque voy a seguir limpiando ;o)

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