Día 46: los retos

Me retrasé varios días en escribir las entradas de este diario porque han habido cambios en la vida cotidiana por estos lares.
¿Cómo es la rutina de cada uno de ustedes? ¿Qué problemas diarios enfrentan? ¿Qué los saca de quicio o los tiene vueltos locos? Por ejemplo, Jaime Mesa está desesperado porque va rompiendo sus tazas cada que las lava y yo le cuento de mis frijoles quemados y de los que salé y de mis múltiples olvidos de cosas importantes —y "plantones" a amigos queridos, algo que me pesa muchísimo. Pero como él y yo justo ahora comentábamos, estamos enfrentando cosas muy duras, quizá de lo más pesado que nos ha tocado vivir, así que tendríamos que alivianarnos con todo esto que en realidad, son cosas menores y concentrarnos en el autocuidado, en buscar lo positivo. Todo un reto para esta época, ¿no? Por eso es que a últimas fechas hay textos y videos de ayuda psicológica por todos lados, como esto y esto otro. Estoy segura que lograremos pasar esta crisis con pequeñas acciones de las que hablé en este diario hace algún tiempo. Por ejemplo, mañana Jaime estrenará unas tazas nuevas que tiene guardadas y yo pienso que eso ¡está muy chingón y es lo que deberíamos también hacer todos: apoyarnos y echarnos porras!
Volviendo a las rutinas, sé de personas como Raquel que desde el inicio, establecieron una rutina con tiempos súper específicos para hacer distintas cosas y que la han cumplido a rajatabla y no puedo más que admirar su determinación. Hay otros que simplemente se liberaron de toda estructura y navegan en el mar de la indeterminación. Habemos otros que, como yo, quedamos con algunas cosas pero nos adaptamos a lo que fuera saliendo y hemos capoteado el temporal como hemos podido... hasta ahora. Porque en realidad, estos días son muy raros.
Diré en mi favor —y a modo de disculpa— que ya estoy trabajando con más consistencia y casi todos los días; no al ritmo de siempre ni mucho menos, estoy haciendo lo que me parece muy poquito pero con eso, tengo la sensación de que no me alcanza el tiempo para nada más, ¡qué cosas con este encierro! Además, ya no estoy limpiando obsesivamente como antes —tipo Mónica de la serie Friends— y sobre los alimentos, el problema es que ya tengo un montón de cosas que irme comiendo así que hasta puedo pasar varios días sin cocinar siquiera. Por último, resulta que ahora puedo a veces, ver una película completa. Muchísimos cambios para unos cuantos días y ahora, el lío está en cómo acomodar la nueva rutina de cuarentena.
Pero lo más importante de todo es que volvieron las "ganas de hacer". Suena trivial pero no lo es, y de ahí hasta realmente hacer, hay otro trecho que no siempre cubro, pero me suena como un avance significativo cuando estoy a un par de días de cumplir dos meses encerrada. Ahora, tengo nomás que encontrar la pila para tener energía para todo eso, alias, ya estoy más cerca. ¿En qué reto van ustedes?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día 44: vamos a andar...

Día 23: farewell, dear Conway!

Día 48: siempre es la hora del té